¿Qué clase de inteligencia es la más importante a desarrollar?

 

En el doble eje del desarrollo del espectro de la conciencia, Ken Wilber nos muestra la via general del crecer (eje vertical de la foto) y la vía general del despertar (eje horizontal).

 

 

En el presente artículo me centraré en las diversas líneas o dimensiones del crecer (desarrollo vertical). ¿Son todas las dimensiones susceptibles al desarrollo igual de importantes?, ¿o, en cambio, hay algunas líneas de desarrollo más importantes que otras? ¿De qué manera se influyen unas líneas con otras? ¿Es sano querer desarrollarte en dimensiones en las que estás muy poco desarrollado? ¿Es acertado ver al ser humano como multidimensional a modo de tener muchas facetas o cualidades diferentes que se pueden desarrollar con cierta independencia?

 

En el curso de la evolución, el ser humano se vio obligado a desarrollar diferentes inteligencias para abordar los grandes tipos de retos a los que la existencia lo enfrentaba. Esta especialización nos permitió resolver muchos más problemas y tener mucho más éxito que si nos hubiéramos limitado a emplear un solo tipo de inteligencia "válida para todo". La vida enfrentó a los seres humanos a una serie de problemas fundamentales para cuya solución se vio obligado a desarrollar inteligencias diferentes. Estas son algunas de las líneas o dimensiones del desarrollo más habituales:

 

- La dimensión o línea cognitiva. Responde a la pregunta, ¿de qué soy consciente? (Piaget. Commons y Ridchards. Aurobindo).

- La línea de los valores (lo que la persona considera más importante). ¿Qué es lo que más valoro? ¿Qué es significativo para mi? (C W Graves).

- La línea de las visiones del mundo. ¿Cómo veo el mundo? (Jean Gebser). 

- La línea moral (la consciencia de lo que debería ser). ¿Cuál es la acción más correcta? ¿Qué debo hacer? (Kohlberg).

- La línea emocional o afectiva (la maduración emocional). ¿Cómo siento eso o aquello? ¿Cómo me siento al respecto? (Goleman).

- La línea interpersonal (relaciones con los demás). ¿Qué debería hacer respecto a usted? ¿Cómo deberíamos relacionarnos? (Selman).

- La línea de las necesidades básicas (pirámide de Maslow). Responde a la pregunta, ¿qué es lo que necesito?

- La línea de la identidad del "yo" (¿quién soy yo?). ¿A qué le llamo "yo" o "mi"? ¿Quién soy yo? (Loevinger)

- La línea de la estética (¿qué es lo que más me gusta?, expresión, apreciación de la belleza, arte...). ¿Cuál es, de entre todas esas cosas, la que más me atrae o la que más hermosa me parece? ¿Qué es lo que más me gusta? (Housen).

- La línea psicosexual (desarrollo de una sexualidad sana).

- La línea espiritual. ¿Cuáles son mis preocupaciones últimas? (Fowler).

- Kinestésica. ¿Cómo debería hacer esto?

- La línea de los órdenes de la conciencia. ¿Cómo se van convirtiendo las identificaciones de mi sujeto en objetos de mi conciencia? ¿Cómo se va desapegando mi subjetividad de lo que le identificaba? ¿Cómo vamos objetivizando todo lo que antes considerábamos parte del "yo"? (Robert Kegan).

 

 

La sensación de identidad o el sistema del yo tiene siempre un centro de gravedad dual, lo que quiere decir que las experiencias son experimentadas en una estructura y en un determinado estado (como por ejemplo, ámbar/sutil, turquesa/Testigo, etc.). Y si queremos ser concretos, tenemos que mencionar la línea de inteligencia a la que estamos refiriéndonos (cognitiva ámbar/causal, estética esmeralda/sutil, etc.).

 

 

 

La línea del "yo" es el centro focal de conciencia en torno al cual se organizan las demás líneas o inteligencias. La capacidad selectiva del ego (que significa yo en latín), funciona excluyendo las observaciones y la información que no encaja en su marco de referencia. Percibimos selectivamente (o percibimos erróneamente) la realidad, para adaptarla a la estructura de nuestro propio estadio del ego, manteniendo de esta forma la ansiedad controlada. Su tarea principal es “la búsqueda de significados coherentes en la experiencia”. 

 

 

El desarrollo en la línea cognitiva marca el desarrollo máximo que pueden alcanzar las demás líneas, su desarrollo es una condición necesaria aunque no suficiente para el desarrollo de las demás inteligencias, pues, por ejemplo, si voy a responder utilizando la inteligencia moral, debo ser consciente, para empezar, de mi inclinación moral, lo que implica la necesidad de una inteligencia cognitiva (recordemos que la línea cognitiva responde a la pregunta, ¿de qué soy consciente?).

 

Aunque la línea rectora, la más importante, es el desarrollo espiritual. Esa línea es la que puede llevarte a la felicidad. Ninguna de las demás líneas pueden hacerte feliz, por mucho que las desarrolles, sin el desarrollo espiritual. Así de sencillo.

 

La inteligencia espiritual debería hallarse uno o dos estadios por delante de las demás inteligencias, actuando como una especie de faro que les sirviera de guia. Por desgracia, demasiado a menudo la encontramos estancada en la visión mítica, y se encuentra por debajo del resto de inteligencias, boicoteándo su desarrollo como si de un pesado lastre se tratara.

 

Cuando Ken Wilber dice, en su libro "La religión del futuro", que la inteligencia espiritual lidera las demás inteligencias, quiere decir que el complejo cognitivo/espiritual es el más avanzado y coloca las demás inteligencias en un contexto que incluya preocupaciones últimas, de modo que no olvide las prioridades fundamentales. 

 

Por otra parte, el individuo puede estar activando diferentes líneas o inteligencias cuando experimenta un determinado estado. Por eso, la persona que experimente el estadio de estado sutil, utilizando la inteligencia cognitiva, tendrá una experiencia bastante diferente de quien experimente el mismo estadio sutil utilizando la inteligencia estética o la inteligencia moral, etc.

 

"La persona fundamentalmente diestra en inteligencia emocional e inteligencia interpersonal puede tener dificultades en seguir las directrices de una escuela fundamentalmente centrada en la inteligencia cognitiva", eso dice Ken Wilber en "La religión del futuro".

 

Si los estados determinan lo que podemos experimentar (objetos ordinarios, objetos sutiles y objetos causales), los niveles estructurales de las líneas de inteligencia determinan el modo en que los experimentamos, es decir su significado, su valor, su interpretación, su experiencia, etc.

 

Así pues, las estructuras de una o unas líneas concretas determinarán el modo en que se experimenten los distintos estados. Por eso, la persona que experimente el estado sutil utilizando la inteligencia cognitiva tendrá una experiencia bastante diferente de quien experimente el mismo estado utilizando la inteligencia estética, aunque lo hagan desde el mismo nivel, verde, pongamos por caso.

 

Por ejemplo, en el yoga se suelen distinguir diferentes caminos, bhakti yoga o yoga del amor devocional, se centra en la inteligencia emocional, el jnana yoga, el yoga del intelecto discriminativo, que subraya la inteligencia cognitiva, el karma yoga, el yoga de la acción física, que se ocupa de la inteligencia kinestésica, el kundalini yoga, el yoga que subraya la activación de la energía sutil, enfatizando el espectro de las energías sutiles del cuadrante superior derecho, el hata yoga, el yoga de las posturas y movimientos del cuerpo físico, que subraya la inteligencia somática, el raja yoga, el yoga de la energía sutil combinada con el intelecto discriminativo (prana y jnana), que subraya la inteligencia cognitiva y el espectro de la energía sutil. Cada uno de esos caminos reconoce los demás, aunque el aroma de cada uno de ellos, y sus comprensiones y detalles concretos varía de un camino a otro.


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Curso "felicidad integral" y Meditaciones integrales

Una de las cosas más interesantes que te vas a encontrar en mi curso "Senda a la felicidad integral" son las 12 meditaciones del espectro de la conciencia. Una meditación por cada nivel.

 

Estas meditaciones, basadas en la Teoría Integral de Ken wilber, empiezan por el nivel más básico, el infrarrojo, y van ascendiendo, transportando tu conciencia de forma natural hasta los niveles más elevados. ¡Es un viaje interior apasionante!

 

Por ejemplo, en la meditación del primer nivel, practicarás atención plena sobre tu impulso de "hambre", para integrarlo (en caso de que no esté bien integrado) y trascenderlo. Esa práctica puede curar problemas con ese impulso, ya sean por adicción o por disociación.

 

Este tipo de meditaciones son algo novedoso, pues no son meditaciones al uso, no son meditaciones de estado, no son meditaciones del ámbito del despertar, son meditaciones de estructura, de la dimensión del crecer, y siéndote sincero, no encontrarás muchas meditaciones para crecer estructuralmente y limpiar, ya que la mayoría son meditaciones para lograr estados elevados (lo cual está genial, aunque en internet puedes encontrar miles de meditaciones de este tipo), no del tipo de meditaciones que aquí te ofrezco (para crecer). Así pues, en este sentido, son unas meditaciones muy especiales y con elevadísimo potencial transformador para ti.

 

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