El transhumanismo desde una mirada integral

En los últimos dos o tres siglos, la tecnología ha avanzado tanto, que da para creer que ese avance es ilimitado, y ciertamente, desde la perspectiva integral AQAL, sí que podría desarrollarse infinitamente, aunque siempre dentro de lo que es posible. En este artículo exploraré las posibilidades de una cuestión muy concreta, la transferencia de la conciencia humana a máquinas, es decir, el transhumanismo. 

No dudo de que pueden surgir avances maravillosos en el futuro, y desde la Teoría Integral AQAL de Ken Wilber, no nos podemos cerrar a ellos. Leonardo da Vinci quería volar, y su idea se desarrolló en el futuro, y ahora todos volamos. No discutiremos si algunos sueños son demasiado elevados y necesitan más de una vida para poder materializarse, pues esto está claro. Me ceñiré en un tema muy debatido en nuestros días, el de intentar transferir conciencia humana a máquinas, como es el proyecto 2045, iniciado por el magnate ruso Dmitry Itskov.

Según la Teoría Integral, el transhumanismo actual tiene unos problemas en su base metafísica inconsciente.  Pues la Teoría Integral nos viene a decir que lo que somos no está "en" un cuerpo, sino que está haciendo su aparición como un cuerpo.

La idea metafísica de que lo que realmente somos es el alma, como si fuera el chófer de un coche, que sería el cuerpo físico, es algo típico de todas las metafísicas tradicionales, e incluso siguiendo el desarrollo de la conciencia humana descrito en la Dínamica Espiral de C. W. Graves, esa idea metafísica de que lo que somos es un alma "en" un cuerpo, la podemos encontrar en versión del nivel verde postmoderno, en versión naranja moderno, en versión ámbar tradicional, en versión de nivel rojo mágico-mítico y en versión de nivel magenta mágico. Todas ellas beben de metafísicas que la teoría integral desmonta. La concepción postmetafísica no dual entre el cuerpo y el espíritu, empieza a estar clara en el nivel turquesa, que según Wilber es el nivel más plenamente integral (al nivel esmeralda lo llama nivel holista).

Comprender la unidad que subyace en la emergencia de las cuatro dimensiones básicas de la realidad, representadas por los 4 cuadrantes de Wilber (la realidad tiene exterioridad e interioridad y formas individuales y colectivas), es la clave de la visión no dual desde la que parte la Teoría Integral.

Incluso si uno es budista, y cree que al morir puede haber reencarnación, y antes de encarnar están en los Reinos de los Bardos, esa alma necesita de un cuerpo físico, aunque de energía sutil. Lo mismo sucede si uno es cristiano y cree que, al morir, su alma irá al Cielo, pues tal alma tendría un cuerpo de energía sutil. Y si no crees en la vida después de morir, la conciencia acabaría junto con el fin del cuerpo físico. Toda conciencia va unida a un cuerpo, y no puede existir conciencia desligada de un cuerpo, pues su realidad más profunda es no dual, ni puede desligarse ni un nanosegundo, para ligarse a otro cuerpo o a una máquina. Y claro, eso es difícil de comprender desde niveles de primer grado (los 6 primeros niveles). Ese es uno de los regalos de la visión integral. Y, por cierto, lo opuesto, que sólo somos cuerpo, también puede suceder en varios niveles (naranja, verde y esmeralda), y también incurre en el error de solo ver una cara de la moneda, solo ver los cuadrantes de la parte derecha. Lo fundamental que tendríamos que comprender de la no dualidad de la que parte la Teoría Integral, es que interioridad y exterioridad de cualquier ser, solamente son perspectivas de una unidad subyacente, más fundamental. Este es el por qué de no poder separar la conciencia del cuerpo y transferirla a otro, porque no son dos. No dos. No dual.

También cabe decir que, desde una mirada integral, el ser humano no es información acumulable en microchips. El punto final del proyecto transhumano www.2045.com,  pretende la inmortalidad por prescindir del cuerpo biológico. Si perdemos el bios, perdemos sus correlatos en conciencia y sistema energético sutil. El paso final de ese proyecto va más allá del cíborg, y quiere conseguir descargar la inteligencia humana a microchips, y después sustituir el cuerpo, medio biológico medio robot, por un holograma. Los implantes artificiales pueden ser de enorme utilidad, y si no pasa ninguna catástrofe, la tecnología cíborg continuará su espectacular desarrollo, y personas sordas podrán volver a oir, gente sin piernas podrá volver a caminar, y mucho más que eso. Aunque siempre manteniendo nuestro cuerpo biológico (almenos el cerebro).

Por poner otro ejemplo actual, en algunos de los episodios de la exitosa serie "Black Mirror", se ve como mucha gente muy capacitada cognitivamente y que pretende tener una ideología muy avanzada y futurista, sigue en esas concepciones duales y metafísicas (que tienen la misma estructura que las del pasado), de que puede haber una conciencia desligada de un cuerpo, y su giro transhumanista consistente en que puede desvincularse de un cuerpo y vincularla a otro, o que se puede prescindir del bios (y de todas las energías sutiles) y pasar la conciencia humana al silicio de los microchips, como si la conciencia fueran solamente datos. La conciencia pura Testigo no son datos. Si acaso es la brecha o espacio vacio donde los pensamientos, sentimientos, sensaciones, etc., son proyectados. Entonces vemos series muy futuristas, como "Black Mirror", donde los argumentos de algunos de sus capítulos, como el de "San Junípero" o "Black Museum", están atrapados en paradigmas antiguos, de metafísicas obsoletas, y sólo cambian sus rasgos superficiales, manteniendo la mísma lógica.

Evolucionar implica dilucidar entre caminos posibles y otros que no lo son. Y está claro que se han conseguido avances que antaño parecían imposibles, aunque las teorías que tenían esos grandes genios como Leonardo Da Vinci en sus cabezas les hacía mantener que aquellos sueños se podrían materializar. La postmetafísica integral demuestra lo erróneas que son las metafísicas anticuadas inconscientes que hacen que grandes investigadores e ingenieros muy inteligentes, caigan en errores básicos que les pasan desapercibidos, por no desvelar sus mapas ocultos que son sus bases inconscientes metafísicas. El estudio de la Teoría Integral desvela tales mapas ocultos.

En este sentido, sí que es infinita la posibilidad de progreso, aunque siempre dentro de lo imaginable y sostenible por teorías que superen unas pruebas de validez mínimas. Y la teoría integral explica claramente porque nadie ha podido ni podrá desvincular la conciencia del cuerpo. Se podrá avanzar en desarrollo tecnológico, implantes cíborg y en robótica e inteligencia artificial, aunque ya disponemos de una teoría que explica porqué el proyecto 2045 fracasará en su fase final (aunque sus fases cíborg pueden resultar ser un gran éxito). De la misma manera de porque nadie ha esbozado una teoría, corroborada por científicos, que nos permita pensar que podríamos colonizar el núcleo del Sol, la postmetafísica integral demuestra que no se puede desligar la conciencia humana del  cuerpo humano.

Esta gente del proyecto ruso 2045 parece no conocer la teoría AQAL, y no comprenden la diferencia e interrelación entre cuadrantes, pues toda interioridad tiene su correlato en la exterioridad.  Además, la realidad, ni la creamos subjetivamente, ni se nos es dada y simplemente la descubrimos, sino que se trata de una participación entre un sujeto con una determinada dirección kósmica, con un mundo u objetos con sus coordenadas kósmicas (que consiste en indicar por lo menos el nivel y el cuadrante, tanto del sujeto como del objeto). Por tanto, hay cosas mal planteadas, desde sus cimientos metafísicos inconscientes, en estas teorías y proyectos transhumanistas. La matriz integral AQAL nos ayuda a detectar sus fallos de base. El objetivo final de ese proyecto ruso no llegará a buen puerto y tendrá que modificarse, aunque "chapeau", porque realizarán grandes avances en cibernética y otras ramas gracias a tal proyecto.

Muchos de los avances tecnológicos van precedidos por una teoría que los impulsa. Las teorías físicas nos han llevado a diseñar las alas de los aviones con más superficie en la parte de arriba que en la de abajo, y así volar. El CERN, macro acelerador y colisionador de hadrones, ubicado en Suiza, muy costoso, ha sido posible porque la teoría postula el bosón de Higgs, que parece ser que se ha descubierto ahí (a falta de más comprobaciones). Colón tenía una comprensión del planeta Tierra que, a la práctica, le llevó a arriesgar su vida en su gran viaje. En el caso del transhumanismo, tenemos una teoría que lo refuta, la teoría AQAL de Ken Wilber.

En el libro "La religión del futuro", Ken Wilber dice: "Un gran problema es que la Inteligencia Artificial (IA) no piensa actualmente del mismo modo en que lo hacen los seres humanos (como los aviones tampoco baten, al volar, las alas del mismo modo en que lo hacen los pájaros). De hecho, la IA sabe muy poco sobre el modo en que funciona el cerebro humano, lo único que hace es esbozar y emplear algoritmos que dan resultados parecidos a los obtenidos por el pensamiento humano. Según la metateoría integral, sin embargo, los investigadores de los ordenadores no entienden el pensamiento humano, porque ignoran su composición evolutiva".

[...] "El Kosmos discurre, desde su origen en el Big Bang, holón tras holón, de un modo que cada holón nuevo trasciende e incluye a sus predecesores. Además, cada holón posee, al menos, cierto grado de aprehensión (es decir, de protoconciencia). Así pues, la protoconciencia atómica se vio subsumida e incluida en la protoconciencia molecular que, a su vez, se vio subsumida e incluida en la protoconciencia celular que, a su vez, se vio subsumida e incluida en la protoconciencia organísmica. Y a partir de ahí, la protoconciencia organísmica, se vio subsumida e incluida en estructuras cada vez más complejas y sofisticadas, que poseían su propia protoconciencia, hasta llegar a la conciencia humana, a lo largo de un camino que atraviesa entre 6 y 8 grandes estructuras, hasta concluir en los sistemas lógicos esmeralda o turquesa, que las máquinas inteligentes y los especialistas de la IA utilizan en su investigación del pensamiento humano".

"Pero lo que hacen realmente es sobrevolar la parte superior de esa secuencia encadenada de 14.000 millones de años de despliegue de aprehensiones, investigar únicamente el estrato superior del pensamiento lógico y esbozar algoritmos que lo simulan, como si ello pudiese equipararse a la conciencia humana. Por debajo, pues, del pensamiento humano lógico, hay literalmente centenares de estratos de aprehensión que se remontan hasta el mismo Big Bang, ninguno de los cuales se ve incluido por los investigadores de la IA sobre el pensamiento. Y la consecuencia de ello es que estos investigadores están creando un tipo de pensamiento artificial divorciado del resto del Kosmos (mientras que el pensamiento humano, al incluir parcialmente todos los niveles del Kosmos producidos por la evolución desde su mismo origen, resuena -y en consecuencia puede entender- cualquier nivel de la realidad [que incluye]. Por ello decimos que, en su estado actual, la IA es una especie de monstruo existencial que resuena muy poco con el resto de la existencia. Por eso no habrá, en nuestra opinión, razón alguna, cuando su inteligencia supere la humana, que movilice su simpatía por el pensamiento y los valores humanos" [...].

"En lo que refiere, pues, a la IA y a la espiritualidad, no deberíamos limitarnos [...] a crear máquinas que simulen la inteligencia artificial general (capaces de reemplazar al ser humano), sino que deberíamos tener en cuenta todo el amplio abanico de la conciencia humana [...]. Además, en lo que respecta a la afirmación del transhumanismo -que está convirtiéndose, en Silicon Valley, en una especie de religión por defecto- de que no tardaremos mucho en poder descargar la conciencia en máquinas y vivir básicamente para siempre, deberíamos tener una respuesta mucho mejor que la actual a la pregunta, "¿que nivel de conciencia descargaremos permanentemente como nuestra conciencia final y última?". La forma actualmente más elevada de la conciencia asumida por Silicon Valley es alguna forma de racionalidad que, en opinión de las tradiciones, no deja de ser una versión de dukkha, el sufrimiento, el pecado, la separación. ¿De verdad queremos descargar para toda la eternidad una forma distorsionada, permanente y autocontraída de sufrimiento inherente? Basta con pensar un poco en ello para darnos cuenta de que el cielo queda muy lejos de todo eso. No sería mala idea disponer de un mapa más adecuado de la conciencia que nos permita establecer objetivos un poco más elevados".

Una de las cosas más interesantes que te vas a encontrar en mi curso "Senda a la felicidad integral" son las 12 meditaciones del espectro de la conciencia. Una meditación por cada nivel.

Estas meditaciones, basadas en la Teoría Integral de Ken wilber, empiezan por el nivel más básico, el infrarrojo, y van ascendiendo, transportando tu conciencia de forma natural hasta los niveles más elevados. ¡Es un viaje interior apasionante!

Por ejemplo, en la meditación del primer nivel, practicarás atención plena sobre tu impulso de "hambre", para integrarlo (en caso de que no esté bien integrado) y trascenderlo. Esa práctica puede curar problemas con ese impulso, ya sean por adicción o por disociación.

Este tipo de meditaciones son algo novedoso, pues no son meditaciones al uso, no son meditaciones de estado, no son meditaciones del ámbito del despertar, son meditaciones de estructura, de la dimensión del crecer, y siéndote sincero, no encontrarás muchas meditaciones para crecer estructuralmente y limpiar, ya que la mayoría son meditaciones para lograr estados elevados (lo cual está genial, aunque en internet puedes encontrar miles de meditaciones de este tipo), no del tipo de meditaciones que aquí te ofrezco (para crecer). Así pues, en este sentido, son unas meditaciones muy especiales y con elevadísimo potencial transformador para ti.

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