El desarrollo psicosexual

 

Desde épocas remotas, la sexualidad se trataba como un tema reservado sólo para la etapa de pubertad y adultez, evitándose cualquier tipo de conducta en la cual el niño expresara su sexualidad espontáneamente. Ahora sabemos que la sexualidad no se inicia con la vida reproductiva, la vida sexual del ser comienza desde el día de su nacimiento y termina el día de su muerte.

 

La sexualidad humana es una dimensión fundamental del ser humano, necesaria para identificar al ser humano como tal y para permitirle realizarse en el amor. La sexualidad está íntimamente relacionada con la afectividad, la capacidad de amar y la aptitud para relacionarse con los demás. Incluye el funcionamiento del propio cuerpo, el género (masculino o femenino), la identidad de género (cómo nos sentimos acerca de ser mujer u hombre), la orientación sexual (heterosexual, homosexual), los valores sobre la vida, el amor y las personas. La sexualidad está inmersa en nuestras vidas y se expresa desde que nacemos a través del desarrollo psicosexual.

 

Desarrollo psicosexual:

 

Existen características esenciales relacionadas con la sexualidad, en cada etapa del desarrollo del niño. Desde los estudios de Freud, máximo representante del psicoanálisis y sus aportes a la psicología, se sabe que existen zonas erógenas, estas son, regiones del cuerpo susceptibles de producir placer, preponderantes, según la edad. Lamentablemente el placer, ha estado cargado por nuestra sociedad negativamente de prejuicios, pero en realidad es una función fundamental en la vida de los seres humanos en la búsqueda de la satisfacción de sus necesidades. Sentimos placer al comer si estamos con hambre, cuando vemos una buena película o cuando logramos alguna meta; el placer nos motiva y dirige nuestra conducta. Las primeras experiencias placenteras del bebé serán la amamantación y chupar el chupete de entretención, la región peribucal se constituye así en la primera fuente de vivencia placentera, es el órgano de alimentación y la principal fuente de conocimiento del bebé.

 

- Desde el nacimiento hasta los seis meses de edad:

 

Ya desde el nacimiento las glándulas sexuales en el bebé funcionan y sus órganos sexuales ya están desarrollados y es común ver en los recién nacidos erecciones, así como también es común que el bebé tenga sensaciones de placer (alimentación, baño). 

 

En el momento del nacimiento, el primer objeto de satisfacción es el seno de la madre que le alimenta y reconforta. Es la boca la primera zona de su cuerpo que le proporciona este placer (a través del seno, la tetina del biberón, el chupete, la succión en su conjunto). Satisfaciendo estos deseos de alimento, de respiración, el bebé recoge sus primeras impresiones sobre el mundo y el lugar que ocupa. Si la madre le coge tiernamente cuando le da el pecho, el niño vivirá este período oral en un clima de felicidad y confianza. 

 

A los 6 meses, va siendo capaz de sentir un amor muy emocional con sentimientos de rivalidad y de posesión (específicamente a la madre). Sus comportamientos se centran en su propio cuerpo, repiten comportamientos placenteros que primero se presentan al azar.

 

- De los seis meses al año de vida: 

 

Una fase caracterizada por el mordisqueo de objetos (debido al crecimiento de los dientes), el primero de los cuales es el seno materno, complementando la simple succión del estadio anterior. La zona erógena de esta etapa (zona de placer) es la boca y el aparato digestivo. Se obtiene placer a través de la comida. A los nueve meses el registro emocional se enriquece, aparece la cólera, la ternura y un interés nuevo por el padre.

 

- Del primer año de vida a los dos años:

 

El niño comienza a interesarse por los otros niños pero no se trata más que de relaciones paralelar. En esta etapa los niños experimentan sensaciones placenteras al retener y evacuar la orina y los excrementos, así como en observar y tocar sus genitales y deposiciones. Todo esto constituye la forma en que los niños van aprendiendo a reconocer su cuerpo, sus necesidades y sensaciones de placer.

 

- De los dos años a los tres años de vida:

 

Se aguda la formación del “yo”. Progresivamente aparece el “mío”. El niño repite a veces inoportunamente algunos gestos. Los signos afectivos se hacen más convencionales, descubren las diferencias entre los hombres y mujeres, observarán que los varones tienen pene y las mujeres tienen vagina, tendrán mucha curiosidad, les llamará la atención por ejemplo el hecho que los varones orinen de pie y las mujeres lo hagan sentadas, se darán cuenta que existen diferencias entre sus cuerpos y el cuerpo de los adultos.

 

- De los tres a cuatro años:

 

Después de los 3 años se manifiesta la curiosidad por las partes corporales y paralelamente, como una expresión bastante elaborada de la curiosidad, comienzan a aparecer los llamados "juegos sexuales", al doctor, a la mamá, etc.

 

- De los cuatro a cinco años:

 

Comienzan las teorías infantiles acerca del origen de los niños. Estas teorías se van haciendo cada vez más realistas, pero siempre ingenuas y fantasiosas. Esto depende del grado de información que tenga el niño, de la presencia de hermano y hermanas, de las conductas y actitudes de los padres, etc. 

 

Esta etapa, la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo. 

 

Los niños de esta edad empiezan con los “porque”. Cuando los adultos responden las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro. Aparecen otros tipos de preguntas acerca de la diferencia entre un niño y una niña.

 

Las manifestaciones de la sexualidad infantil no son pensadas sino naturales y espontáneas. Por tanto actuar con naturalidad frente a la expresión de la sexualidad del niño es una actitud favorable que propicia la salud mental del niño, estimula la expresión de sus sentimientos y emociones.

 

- El quinto año de vida:

 

A partir de esta edad cada año va a traer cambios imperceptibles en la madurez del niño. Las diferencias en la evolucione penas si se notaran tanto en el medio escolar como en el familiar. el niño ahora es mas maduro y mas reservado , las relaciones con su mama son sanas , las nociones de semilla o de huevo lo hacen pensar en legumbres y lo despistan , cree también que si el tiene es estomago hinchado es que va a quedar embarazado, es un poco mas púdico .

 

 

- El niño a los seis años de vida:

 

El “yo” del niño es muy egocéntrico quiere que se le mime y felicite y le gusta ser el primero, se siente más integrado en el papel del sexo y ciertas palabras como “mear” le provocan una risa tonta. Le gusta enseñar el ombligo y jugar a los médicos. A los seis años hace preguntas sobre el matrimonio y el nacimiento pero no sabe del embarazo, la noción de la semilla no le preocupa , no se preocupa cual es el papel del padre en la procreación del un hijo.

 

- El niño a los siete años de vida:

 

El niño a los siete años se hace una cierta idea de la sexualidad a veces pregunta a su madre, por ejemplo, “cuantos niños tiene todavía en el vientre”, ha comprendido el fenómeno del embarazo y se conmueve si toca el vientre de una mujer cuando el feto se esta moviendo. Sabe que el niño proviene de dos semillas pero no se preocupa demasiado de la forma en que las dos semillas se han encontrado. El niño a los siete años se hace púdico.

 

- El niño a los ocho años de vida:

 

El niño tiende a identificarse con los héroes del cine y de los libros. Existe en el una gran ambivalencia entre el deseo de seguir siendo niño y el de crecer. Hay en el un embrión de madurez su pensamiento ya no es animista, se le despierta el interés por los fenómenos físicos, por la geografía etc.

 

Las niñas comienzan a interesarse por el papel del padre en la procreación. El niño de ocho años pregunta sobre este tema. Hay que poner atención porque dichas preguntas sorprenderán a los padres en el momento que menos lo esperen, pero si el niño lo plantea quiere decir que ya tiene edad para saberlo.

 

Las niñas se interesan por la regla, los niños quieren casarse con su madre pueden aparecer juegos sexuales entre las niñas y niños un poco mayores. Algunos traumas en la adultez pueden derivar en esta etapa.

 

- El niño a los nueve años de vida:

 

Los nueve años son la edad de la independencia, se puede confiar en el niño porque lo merece. Quiere agradar y eso lo hace ser algunas veces duro consigo mismo. El niño quiere tener informaciones mas precisa sobre la sexualidad, le molesta ser visto desnudo, siente interés por las imágenes que muestran detalles de los órganos sexuales, su vocabulario injurioso hace referencia a cosas sexuales.

 

- El niño a los 10 años de vida:

 

Sus intereses son muy numerosos, quiere aprovecharlo todo pero no de forma egoísta, porque quiere que los demás estén contentos, en el plano sexual se ha hecho púdico, usa menos de las palabras groseras. Esta al corriente de las relaciones sexuales y las respetas, piensa en el matrimonio a futuro sin que le cause risa. Las niñas muestran ya unos ligeros signos de que se viene la pubertad. Hacen menos alusiones al sexo que los niños, los niños tiene un crecimiento mas lento.

 

- El niño a los 11 años de vida:

 

El niño ya tiene conciencia del desarrollo sexual este crecimiento es muy ambivalente, el niño se busca a si mismo tiene ganas de ser mayor, encuentra feo su propio cuerpo, en las niñas todavía no se manifiesta el desarrollo sexual, pero en algunas de ellas ya tiene bello en la zona púbica, ya se están empezado a desarrollar los pechos desean usar sostén etc.

 

Los niños en esta etapa son bastante semejantes a los diez años, una cuarta parte de los niños experimenta un alargamiento del pene y bellos, ya se puede observar la masturbación.

 

- El niño a los 12 años de vida:

 

El niño ha perdido algo de egocentrismo, las niñas a esta edad adquieren las formas y funciones femeninas, crecen sus pechos, aparecen bellos en las axilas y ya se presentan las primeras menstruaciones, se interesan mas en su sexualidad, aquí la madre debe ser un apoyo fundamental ante cualquier pregunta que tenga la hija, las niñas en este momento se refugian en sus amigas a las cuales le conversan mas que a sus padres.

 

Por otra parte la mitad de los niños sigue siendo muy infantil, se advierte un desarrollo mas notario del pene y el escroto, el interés por el sexo es mas grande son mucho mas púdicos que antes, ya estos se sienten atraídos por las niñas, son frecuentes las erecciones ante cualquier estimulo de afecto de una niña, el niño a esta edad si quiere pedir información sexual prefiere pedirla fuera de la familia.

 

- La Adolescencia:

 

La adolescencia es una etapa en la que continua el proceso de sexuación iniciado desde el mismo momento de la concepción, que supone la integración de diversos niveles que conforman el hecho sexual humano cuya naturaleza es biológico, psicológico y social. No puede reducirse solamente a la aparición y desarrollo de los comportamientos sexuales en esta etapa, sino a modo de integrarse en el mundo en tanto que mujer u hombre y los procesos implicados en ello.

 

Los niños y niñas al final de la infancia cuentan ya con su biografía sexual resultado de su propio proyecto de sexuación.

 

La adolescencia es una etapa particularmente intensa en el proceso de sexuación. Si afirmamos que la sexualidad es la manera en que nos integramos como personas sexuadas, es el modo de vivir esta realidad, entonces la adolescencia es la etapa en la que el proceso de sexuación va a producir transformaciones especiales para tal fin. Estas se van a producir para tres áreas: En la redefinición de la identidad sexual, en la aparición y configuración del deseo sexual, y en la evolución de los afectos relacionados con la sexualidad.

 

Identidad sexual: a los tres años los niños y las niñas adquieren la identidad básica del género. Sin embargo, la identidad sexual y de género adquirirá su conformación madura a lo largo de la adolescencia.

 

Deseo sexual: en la adolescencia es la aparición del erotismo puberal. Una manera de enriquecer el conocimiento de tal evento, consiste en tomar en consideración las aportaciones mas actualizadas acerca del deseo sexual.

 

Una de las aportaciones más interesantes para comprender como se conforma el deseo sexual en la adolescencia es la utilizada por Levine. Este autor indica que el deseo sexual esta constituido por tres elementos moderadamente independientes: A -El impulso, B -el deseo y C -el anhelo. El impulso representa la base biofisiologica del deseo sexual, el motivo hace referencia a su articulación psicológico y el anhelo a su representación socio-cultural.

 

A- El impulso sexual esta constituido por lo que podríamos considerar el “sistema sexual”. Como es bien sabido, la testosterona es la hormona relacionada con el deseo sexual en ambos sexos. Sin embargo la motivación sexual constituye, un sistema interactivo entre el “sistema sexual” (bases biofisiológicas del deseo sexual) y los incentivos. Por tanto el impulso hace referencia a la activación que puede generarse desde la propia dinámica biológica, o inducirse a partir de determinados incentivos, es decir, estímulos que en diversas situaciones tienen valencia erótica, activación en definitiva.

 

El motivo constituye la articulación psicológica del impulso sexual. Representa la disposición hacia la actividad sexual. Se manifiesta por la integración del impulso en el conjunto de la personalidad y supone la aceptación o el consentimiento de la activación sexual, la disposición hacia lo erótico.

 

B-El anhelo se corresponde con la representación socio cultural del deseo sexual y significa el deseo de llegar a estar involucrado en la experiencia sexual, siendo este componente independientemente del impulso y del motivo.

 

Estos tres componentes del deseo sexual son realidades moderadamente separada, la armonía entre ellos producen una adecuada integración del mismo.

 

C-El deseo sexual se instala en un sustrato biológico heredado genéticamente que produce una predisposición comportamental a la búsqueda del placer sexual. Esta activación es interpretada e integrada psicológicamente a través de procesos cognitivos y emocionales.

 

A este proceso de convergencia de los diversos factores que inciden en la formación del deseo lo denominamos la configuración del deseo sexual, cuya resultante es la experiencia emocional subjetiva, es decir, la manera privada, el modo que se vive tal experiencia.

 

Configuración del deseo sexual:

 

La configuración del deseo sexual en la adolescencia se explicaría a través de los siguientes elementos:

 

- Estímulos que tienen valencia erótica: Es muy probable que existan disposiciones comportamentales preprogramadas genéticamente para responder eróticamente a determinados estímulos que podemos considerarlos como universales (El cuerpo desnudo, determinadas partes del cuerpo, etc...). En definitiva cada persona dispone de un repertorio personal de estímulos con valencia erótica que son específicos de sí mismo, aunque pueden ser similares a los de los demás. En este sentido la configuración del deseo en cuanto a la cualidad de la valencia erótica de los diversos estímulos es claramente diferente entre los sexos, o entre las diferentes formas de orientación del deseo.

 

-Contextos que activan o inhiben el deseo: El deseo sexual esta regulado biofisiológica como psicológicamente por mecanismos de activación y de inhibición. Tales mecanismos, en condiciones normales, cumplen una función adaptativa, así el deseo sexual surge en situaciones apropiadas que reúnen condiciones adecuadas y se inhibe en situaciones inadecuadas o peligrosas. En ocasiones las situaciones donde el deseo sexual se inhibe pueden ser paradójicas siendo una característica individual que forma parte del modo en que se ha configurado el deseo sexual.

 

- Fantasía frente a la realidad:

A -Lo que es alcanzable directa y libremente.

B -Lo que se puede alcanzar cuando se cumplan determinadas condiciones.

C -Lo que se puede alcanzar trasgrediendo alguna norma.

D -Lo que es inalcanzable.

 

En cualquier caso existe siempre una relación difusa entre la fantasía y la realidad. La fantasía es una fuente de riqueza que alimenta los deseos y que impulsa a las personas a la búsqueda de satisfacción sexual en ámbitos alcanzables realmente.

 

-Intensidad de la activación: La intensidad de la activación depende de la constitución biológica y variables sicológicas de personalidad. En este sentido los estudios de Eysenck indican que las personas extrovertidas disponen de una menor excitabilidad cortical, por lo que necesitan activaciones más fuertes, por ello buscan experiencias intensas y variadas, el patrón de los introvertidos, en este sentido, es inverso.

 

- En términos de impulso, es decir, desde un punto de vista biofisiológico, en la pubertad ocurre un acontecimiento importante. Como efecto de los cambios puberales, aumenta considerablemente la taza de la testosterona, que es un potente regulador del deseo sexual.

 

-En estos momentos el deseo sexual se manifiesta con intensidad, en tanto que el impulso aparece poco a poco y de manera consiente y dirigido a otra persona. Comienzan las primeras fantasías eróticas, la atracción y la repuesta hacia estímulos eróticos. El deseo sexual se orienta. Posteriormente tendrán lugar experiencias sexuales, primero auto erótico y luego compartido. El impulso sexual es la base energética del deseo sexual.

 

Etapas de la sexualidad adolescente:

 

Considerando siempre el marcaje individual, estas etapas describen las características más generalizadas.

 

1 -Adolescencia Temprana (12-13 años): Caracterizada por el inicio de la maduración sexual, extrema curiosidad por su cuerpo y pares, muchas fantasías sexuales, explotación acentuada de autoerotismo y se interrelaciona con una sexualidad donde lo físico no predomina (coquetería, amor platónico, etc.

 

2-Adolescencia Media (14-17 años): Caracterizada por la completa maduración sexual, narcisismo, manifestación de alta energía sexual con énfasis en el contacto físico y conducta sexual exploratoria (pueden presentarse experiencias homosexuales, relaciones heterosexuales no planificadas), negación de las consecuencias de la conducta sexual (por sentimiento de invulnerabilidad, falta de información y educación sexual), relaciones intensas y fugaces.

 

3-Adolescencia Tardía (Mayores de 18 años): Caracterizada por la completa maduración física y socio-legal, logros definitivos en la maduración psicológica, conducta sexual más expresiva y puede establecer relaciones intimas más estables, con definición de su rol sexual.

 

-La sexualidad adolescente viene con expresiones y experiencias templadas durante la infancia y es por esto que experiencias negativas, con el maltrato físico (incluso abuso sexual), la disgregación familiar, ambiente conflictivo; pueden afectar el desarrollo normal de la personalidad del adolescente.

Además, en esta edad pueden hacerse manifiestos patrones latentes de desviaciones sexuales (homosexualidad, transexualismo, voyerismo, violencia sexual, sadismo, masoquismo).

 

Desarrollo físico-psicológico del adolescente:

 

El comienzo de la pubertad esta relacionado (en lo físico) con cambios muy notorios en la estatura, complexión y rasgos faciales. En esta etapa, la actividad de la hipófisis (una glándula) incrementa la secreción de determinadas hormonas con efectos fisiológicos generales.

 

La hormona del crecimiento acelera el desarrollo que lleva al cuerpo hasta casi su altura, peso adulto, en dos años, aproximadamente. Este rápido desarrollo se da antes en las mujeres que en los varones; ellas maduran física y sexualmente antes que los varones.

 

La madures sexual en las mujeres viene marcada por el comienzo de la menstruación y en los varones por la producción de semen y las eyaculaciones nocturnas. Las hormonas que dirigen estos cambios son los andrógenos (en el varón) y los estrógenos (en la mujer). Estas sustancias provocan la aparición de las características sexuales secundarias:

 

En los varones: Aumentan el volumen y tamaño de los genitales. Aparece vello facial, corporal y pubico. La voz se hace mas grave (ronca).

 

En las mujeres: Aparece vello corporal y púbico. Los senos aumentan de volumen. Las caderas se ensanchan.

 

-Estos cambios físicos están relacionados con las modificaciones psicológicas que sufre el adolescente. Un elemento nuevo que reta al adolescente a desarrollar dominio y control sobre si mismo y sus pulsiones (instintos e inclinaciones) es la aparición “salvaje”del apetito sexual que influye determinantemente en su forma de sentirse en relación consigo mismo y en común con los demás.

 

-Sus intereses cambiaran, buscara ahora la relación interpersonal con individuos del sexo opuesto, lo que da lugar a noviazgos y amistades muy estrechas.

 

Algunos estudios sugieren que los individuos que maduran orgánicamente antes, están mejor adaptados socialmente que sus contemporáneos que maduran mas tarde.

 

Una niña se vuelve mujer:

 

El desarrollo físico, psicológico y sexual de la mujer se da a una edad más temprana que el hombre. Es común ver como una niña de 11 años pueda ya estar en pleno proceso de madurez psicosexual y personal, mientras que un niño de la misma edad, por lo regular, se encuentra en los bordes mismos de la infancia.

 

Por lo mismo, la mujer despierta en forma más temprana a las realidades del mundo afectivo sensorial. No es extraño encontrar a niñas de 10 u 11 años que afirman estar enamoradas y que han despertado a los instintos sexuales, mientras que los niños de la misma edad aun se ocupan de juegos. Por ello, es cotidiano que ellas se interesen en chicos 3 o 4 años mayores que ellas y que se impacienten con niños de su edad.

 

La niña despierta tempranamente a sus instintos maternales, mientras que los instintos equivalentes en el varón (paternales) aparecen mas bien en la juventud avanzada, mas que la adolescencia.

 

Al igual que los niños, en las niñas el principio de la etapa del desarrollo fisiológico puede ser traumante si no se le ha informado oportunamente. Empieza a aparecer el vello púbico y axilar, se ensanchan las caderas, mientras que las mamas se empiezan a notar poco a poco.

 

La menstruación es el signo por excelencia de que se ha entrado al desarrollo. Es también que para muchas jovencitas sea una experiencia muy traumática, pues la menstruación es un proceso que ocasiona efectos secundarios como irritabilidad y otros. Con el tiempo y la experiencia esos efectos serán dominados y la menstruación dejara de ser una complicación mayor.

 

El desarrollo psicosexual piuede continuar en la edad adulta hasta niveles íntimamente relacionados con la espiritualidad

 

En este libro de David Deida, prologado por Wilber, en algunos momentos describe detalladamente experiencias sexuales que ascienden desde las pasiones más básicas hasta sublimarse en el éxtasis divino: "Como descubrir a Dios a través del sexo". 

Otra forma de ver el desarrollo sexual

 

Por otra parte, nuestra sexualidad cultural está creciendo a través de varias etapas distintas de madurez. Si bien hay muchas formas diferentes de analizar el espectro del desarrollo sexual, una manera simple de abordar la cuestión es usar un modelo básico de tres etapas:

 

La Etapa 1 representa un período de integración cultural, en el que nuestras identidades se entrelazan inextricablemente con nuestra cultura circundante. La Etapa 1 es un campo de juegos de estereotipos: cerdos machos y ovejas histéricas, clubes de hombres de las cavernas y máquinas para hacer bebés. Caricaturas, sí, pero como cada estereotipo contiene algún elemento de verdad o patrón de comportamiento, a menudo no están demasiado lejos de la realidad.

 

La etapa 2 suele ir acompañada de una transvaloración de los roles de género masculinos y femeninos, por ejemplo, la idea de que, para que el campo de juego sea realmente uniforme, las mujeres deben tener tantas oportunidades en la esfera pública como los hombres. Aquí encontramos la masculinización de las mujeres y la feminización de los hombres, cada rol intenta definirse a sí mismo de acuerdo con el otro.

 

La Etapa 3 representa una integración de las polaridades masculinas y femeninas, tanto en hombres como en mujeres, enfatizando la necesidad de ser más de lo que ya eres, en lugar de lo que no eres. La sexualidad en la Etapa 3 se enfoca en "limpiar" muchas de las sombras personales y culturales que quedan de la Etapa 1 y trasciende la división mente/cuerpo que a menudo ocurre en la etapa 2, mientras se avanza cada vez más hacia una mayor claridad, presencia y luminosidad en hombres y mujeres por igual.

Masculinidad y feminidad según Wilber y Deida

Vista la evolución que ha seguido el concepto de masculinidad-feminidad, desde Sandra Bem (1974), proponiendo el concepto de androginia, y los diferentes problemas que conlleva dicha teoría, Spence dice que lo ideal sería que la conducta no tuviera sexo, mas, en mi opinión, el problema viene cuando la cuestión de masculino o femenino es un aspecto fundamental y primordial… Me estoy refiriendo a las relaciones íntimas de pareja. Aquí, la conducta sí que tiene sexo. Estoy de acuerdo de que atributos como fuerte, sensible, etc., no se tendrían que atribuir a estereotipos masculinos o femeninos, ahora bien, una vez liberados estos atributos de toda identificación sexual, es preciso preservar la polaridad que hace que los miembros de una pareja se sientan atraídos. Para eso, no es necesario retornar a patrones patriarcales de relación de pareja, sino que es posible ser muy masculino o muy femenina desde el respeto mutuo. Y hablo tanto de parejas hétero como homosexuales. Partiendo de estas premisas, analizaré qué es ser masculino o femenina en esta dimensión del ser, pues la energía sexual reverbera en todas las dimensiones del ser humano (cuerpo, emoción, mente, etc.) y una conducta sexualmente neutral en la relación de pareja disminuye la polarización y, por tanto, la atracción. Una relación íntima en la que haya una gran atracción mutua, fuertemente polarizada, hace que la energía sexual (que es la energía vital, pues no existen energías diferentes, solamente hay una energía de vida, que es el mismo amor, en hindú prajna, en el Tao lo llaman Chi...) bañe todos los rincones de nuestro ser, provocando que traspue alegría, vitalidad y gozo de vivir.

 

Si observamos detenidamente la acertada afirmación de que la ciencia hecha por hombres es parcial y que se tiene que completar con la visión femenina, esto implica que los hombres y las mujeres conciben el mundo de forma diferente. Y yo diría que esta diferencia no se debe al sexo, sino a la polaridad energética que expresan. Según David Deida , un 80% de las mujeres expresan una polaridad energética con su núcleo tendiente a lo que él llama Comunión, Plenitud o Ágape; un 10% expresan una polaridad tendiente a la Libertad o Eros; un 80% de los hombres expresan una polaridad energética con tendencia a la Libertad o Eros; y un 10% de Ágape. El 10% de las mujeres y el 10% de hombres que faltan tendrían las fuerzas más equilibradas. Tambien dice que los hombres tienden más a la Libretad no por oposición a la Plenitud, sinó como un énfasis en su personalidad, como unas preferencias (lo mismo pasa con las mujeres). Y lo que es más importante, que equilibrado energéticamente no significa mejor que encontrarse en un extremo, pues esta base o núcleo de la personalidad sostiene la construcción posterior de todo el ser.

 

Este mismo autor reconoce como algunas de las principales quejas de sus clientes en terapia esgrimen son, por una parte, y cito textual, “las mujeres quejándose de que los hombres se están volviendo más débiles, menos comprometidos y que carecen de determinación y decisión, en definitiva se quejan de que los hombres se han vuelto afeminados. Y los hombres se quejan de que las mujeres se están endureciendo, son más resistentes e independientes, hasta el punto de resultar poco atractivas. En resumen, se quejan de que las mujeres se están volviendo demasiado masculinas. Los hombres y mujeres modernos han descubierto que la igualdad, por sí misma, no asegura una relación apasionada y floreciente”.

 

Para Ken Wilber Ágape tiene que ver con el impulso descendente de abrazar, cuanta más realidad abrazes más Plenitud hay; y la Libertad tiene que ver con la trascendencia, con Eros, en la cúspide está el Testigo que es Libertad Pura. Cuando el Espíritu se “arroja a sí mismo hacia fuera” (a eso se le llama involución) para crear este universo particular,  Ágape es el Espíritu tirando de todo hacia sí, lo que produce Eros, o el impulso de todas las cosas hacia el Espíritu, por lo tanto son la dos caras del mismo impulso.

 

Un impulso no puede existir sin el otro, y además se deben de equilibrar, pues Eros sin Ágape huye, es miedo, Phobos, y Ágape sin Eros se transforma en Tánatos, muerte y disolución.

 

En cuanto a la esencia sexual de las personas, tener un predominio energético de Eros-Libertad o Ágape-Plenitud no influye en la tendencia sexual, pudiendo ser héterosexual, homosexual o bisexual. Se puede tener un fuerte predominio de Ágape (considerado femenino) y ser un hombre heterosexual.

 

Este enfoque aporta una novedosa visión que supera la insostenible tesis sobre el grado de masculinidad o feminidad, medible por tests, llena de escollos difíciles de superar, como, por ejemplo, responder a la pregunta de porqué una determinada conducta era considerada masculina o femenina. Con este enfoque, la conducta queda libre de sexo y, además, toda persona tiene, en más o menos medida, las dos fuerzas primordiales en su propio ser.

 

Toda persona debería cuidar el desarrollo de su Eros y de su Ágape, mas no es lo mismo que la equilibración entre lo masculino y lo femenino que propugna la teoría andrógina. Eros y Ágape no tienen el por qué equilibrarse. En la cuotidiana conviene el equilibrio, aunque en las relaciones sexuales no, si se desea polaridad, atracción y pasión en la pareja, aunque esta polarización energética no significa que la otra energía no esté presente, pues ya hemos dicho que Eros sin Ágape nos lleva a Phobos y Ágape sin Eros nos lleva a Tánatos.

 

Cada una de estas energías tiene sus virtudes y patologías. Y citando textualmente a Ken Wilber , “Eros sano tiende hacia la autonomía, la fortaleza, la independencia y la libertad, mientras que su versión insana o patológica tiende a infravalorar o a supravalorar esas virtudes, en cuyo caso, la autonomía se convierte en alienación, la fortaleza en dominio, la independencia en temor patológico al compromiso y la relación no conduce hacia la libertad, sino que se convierte en un impulso hacia la destrucción que deja al individuo sumido en el miedo. Y algo parecido ocurre también con la fuerza Ágape, que sana tiende hacia la relación, el flujo, el respeto y la compasión, y su modalidad enfermiza acaba naufragando en cada una de esas dimensiones. En tal caso, en lugar de mantener las relaciones, se pierde en ellas, y en vez de alentar el desarrollo de un yo sano en comunión con los demás, pierde el yo y se confunde con las relaciones en que se halla sumida/o. Entonces es cuando la conexión acaba convirtiéndose en fusión, el flujo en pánico y la comunión en una auténtica empanada. Por este motivo, la energía Ágape insana no encuentra la plenitud en la relación, sino el caos en la fusión”. En cuanto a los hombres , por su predominio en Eros, estudios científicos modernos demuestran que les es más fácil entrar en un estado de observación, que precisamente es en lo que se ha basado tradicionalmente el método científico patriarcal, porque hay una distancia involucrada. En cambio las mujeres tienden a la comunión o “tocar”.

 

Yendo hacia atrás en la psicología evolucionista, cuando los hombres cazaban y las mujeres cuidaban a los niños, el tipo de conocimiento que hizo que la supervivencia siguiera fue juntarse en grupos y mantener una cierta distancia entre ellos para cazar. La ventaja de una observación en tercera persona es que pueden ver “enteros” (cosas completas). Así pues es sólo en la distancia que puedes ver un bosque. Puedes tocar un árbol, mas para ver el bosque necesitas la distancia, necesitas distancia para ver “enteros”.

 

Por otra parte, el trabajo primario de las mujeres era táctil: tienes un bebé, y tienes que captar todos los matices de ese bebé para que sobreviva (si tiene hambre, si está triste, si siente dolor, etc.). Así que las mujeres han desarrollado una escala emocional exquisita.

 

Ambos tienen fortalezas y debilidades; las mujeres tienen un modo de relacionarse táctil, mas no es holístico. Los hombres tienen una visión “holística”, aunque distante, separada.

 

Si están trabajando en la resolución de problemas, las mujeres se van a reunir si algo anda mal, y van a tratar de “tocar el tema”, lo van a charlar. Un hombre, si está en la reunión, va a ir a por su solución; va a decir: -Ok, ¿este es el problema? Vamos a hacer esto y problema resuelto-. Y las mujeres van a decir: -¡Oh no, no!- Porque, de hecho, si aparece la solución significa que la charla se acabó, y no hay más contacto.

 

En la iconografía budista, el principio masculino es representado todo negro, que simboliza el puro vacío de contenido, el inamovible observador. En cambio el principio femenino es representado como pura luz blanca y radiante. Mientras el principio masculino quiere ver, el femenino quiere ser visto, quiere radiar, quiere brillar. Lo no-manifestado y lo manifestado.

 

Insisto, las personas los tienen ambos. La feminidad se complementa encontrando la distancia justa de su “tocar”, de otro modo no tiene libertad, volviéndose adicta a su relación, y esto tiene mucho que ver con la adherencia, encontrarse perdidas en la relación. En cambio, la patología clásica de lo masculino es su autonomía, su rigidez, represión, no poder sentir. Por tanto, lo que se debe hacer es equilibrar cada una de estas fuerzas para lograr la salud. El quid de la cuestión es que tenemos ambos aspectos en nosotros y cada uno de estos debe estar sano, sin excederse de demasiado o demasiado poco, y sólo en este sentido es necesaria la equilibración.

 

Wilber continua diciendo que no se tiene que forzar la paridad en el mundo laboral o esfera de lo público entre hombres y mujeres, sino que es preciso cargos donde se valore la capacidad de relación, de trabajo en grupo, de comunicación, de responsabilidad, equilibrando valores más propios de lo masculino, como la fuerza, el riesgo, la racionalidad, etc. Por tanto, en estos nuevos cargos, de forma natural, las mujeres aventajarían a los hombres. No se trata de suprimir los valores propios del género masculino, sino de equilibrar la balanza.

 

En cuanto a la lectura de la historia, es totalmente cierto que se ha hecho una lectura totalmente machista, priorizando el ámbito público y olvidando el doméstico en que las mujeres se han dedicado a lo largo del patriarcado, ahora bien, no es justo ni verídico hacer una lectura de este patriarcado como si hubiese dos equipos comtrapuetos, hombres contra mujeres, sino que se trata de la historia de una especie, la humana, sexuada bipolarment (hombres y mujeres), que en sus orígenes intenta abrirse camino, y dado el escaso desarrollo de la cultura, se impone lo más obvio, natural, y si se quiere, brutal, como la mayor corpulencia y fuerza física de los hombres, y que las mujeres son las que dan a luz después de una larga gestación, y estas evidencias o hechos dados dentro de unos sistemas de pensamientos arcàics y míticos dieron como resultado una fuerte diferenciación de los roles por sexos.

 

Plantear la historia como la lucha entre dos equipos, además de ser falaç, implicaría que las mujeres fueron derrotadas por los hombres, y por lo tanto, más estúpidas, lo cual no es verdad. Ni todos los hombres son unos cerdos ni todas las mujeres unas borregas.

TEST PARA RECONOCER LA POLARIDAD QUE ESTAMOS MANIFESTANDO (SEGÚN DAVID DEIDA)

 

1. Mi pareja es...

a)Físicamente más grande y fuerte que yo.

b)Físicamente menos grande y fuerte que yo.

c)Somos más o menos.

 

2.Me jodería mucho que mi pareja me dijera...

a)Estás hecha un desastre, anda, péinate un poco que pareces un mocho gastado. 

b)No tienes ni idea de lo que estás haciendo. Tienes que ir por aquí y por allí.

c)Tratas de forma diferente a los hombres y a las mujeres.

 

3)Cuando me siento herido o herida con mi pareja...

a)Me apetece hacerme una bolita y acurrucarme un rato.

b)Tengo ganas de pirarme lejos.

c)Lo hablo tranquilamente.

 

4)Si fuera el personaje, sería...

a)Un personaje que tiene las cualidades de la compasión, la bondad y la belleza.

b)Sería un personaje que destacara por su fuerza, su inteligencia y por su destreza.

c)Seria un personaje que comparte el protagonismo con otro, como los polis compañeros en las series o pelis de polis. Ninguno destacaría sobre el otro.

 

5)Lo que quiero es que mi pareja...

a)Me empotre

b)Se deje empotrar

c)Soy más de yin-yang, de dar y recibir placer de forma equilibrada.

 

6)Qué ha cabreado o cabrea más a mis parejas pasadas o actual:

a)Que compare sus habilidades con las de otras personas.

b)Que compare su físico con el de otras personas.

c)Eso no pasaba o pasa porque eramos o somos como buenos amigos.

 

RESULTADO: (selecciona lo de abajo para ver mejor el resultado).

a)Tienes una esencia energética principalmente femenina.

b)Tienes una esencia energética principalmente masculina.

c)Tienes una esencia energética principalmente neutra.

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